domingo, 20 de agosto de 2017

2004




Mayor Strasser, Rick y Renault

Mayor Strasser: ¿Cuál es su nacionalidad?

Rick: Soy borracho.

Renault: Eso hace a Rick ciudadano del mundo.





- ¡De todos los cafés y locales del mundo, aparece en el mío! (Rick refiriéndose a Ilsa)


Corría inicios de otoño del 2004, tras estar los últimos veranos fogueando como camarero en hoteles y restaurantes de arena y noches desvestidas, decidí que iba a pasar unos meses tranquilico, sin hacer casi nada, cobrando mi paro (como mandan los patrones de un buen pensamiento laboral mediterráneo; trabajar para vivir y no vivir para trabajar). Una de esas tardes de mi readaptación a la vagueza de espíritu, quedé a tomar un café con quien sea en el Café Bar-Tertulia Casablanca (en "el Casa", como lo llamamos) y en esto que estaba en plena "plática de barra" (conociéndome, seguro que estaba pico-pala con alguna inquieta) Se  acercó el apuesto y elegante encargado del local y me dijo: 
- ¡Apúntame aquí tu nombre, DNI, y número de teléfono!
Y, como dijo Victor Lazlo: - ¡Todo el mundo conoce a Rick en Casablanca!
¡A ver quién era el guapo que le decía que no a Julián! Tan solo la forma de entrarte, su disposición frontal siempre ante todo; su lengua calva... ya te hacen estar escribiendo en el papel tus datos sin siquiera pararte un segundo a pensarlo. Pero es que además, era el sitio por donde se movía mi gente, la gente con la que me gustaba (y gusta estar). Era y es el local de la gente que va un paso más allá.


- Empiezas en Octubre -me dijo.
Sin darme cuenta, todos los planes de vagueo abusando del gobierno se me habían ido al garete, y es que cuando uno curra con convencimiento, a veces es el trabajo el que te busca a ti y no al revés (y eso es muy muy bonito)

A partir de ahí, qué os voy a contar. Los que leéis esto soléis ser gente que me conoce, por h o por b, y los años en Casablanca, marcarían mi vida de una forma DESCOMUNAL. Crecimiento personal, emocional, profesional, CULTURAL, y social aún navegan en esa balsa remolinada que es el "mundo Casablanca" en Alcalá La Real.

Ligues, algunos más serios que otros, desfases, trasnoches, pre-tardes de sol, AMISTADES de esas que van ya en tu DNI; JULIÁN (no sé me ocurre alegría o problema que no estuviera, esté ahora y estaré siempre deseando de ir a contarle), MÚSICA (¡por Led Zepellín, lo que he aprendido ahí del mundo del melomanéo), y CULTURA EN GENERAL, mucha mucha mucha cultura y gente apasionada, cada una en su espacio cultural y algunas en casi todos.

Impresionante, cuando con tus tempranos veintitantos te crees que Alcalá se te queda pequeña y que los conoces a casi todos, en Casablanca me fui día a día dando cuenta del montonazo de gente culturalmente, cada cual en su campo, inquieta que queda por conocer y lo mucho que aprenderás de ellos. Así me fui entremezclando con los apasionados a la música y a las "bandas" locales (pero no a las bandas de música semana santera, que también se entremezclan con éstos otros por su afinidad a las notas musicales y con los que comparte todo mi respeto y admiración por sus pasiones; más bien me refiero a los que van formando con cuatro duretes que iban pillando sus bandas de rock, pop, jazz, y otros estilos musicales diversos. Así, me calaron muchos y me abrieron los ojos otros tantos. Especial mención, por cercanía y cariño, a mis amigas "Odd Pumpkins", con las que tantos y tantos minutos, kilómetros musicales y de profunda amistad compartí y comparto. Grupos como Vía Nasal, Operativos, y muchísimos otros grupos locales que iban surgiendo y desapareciendo hicieron mella en mi, por su música; pero sobre todo por su calidad como personas.

Otro aspecto que me marcó profundamente en mis años de Casablanca, fue su polifacetismo cultural. Su variedad de revistas y estilos de éstas, me abría un mundo de color y empujones hacia el conocimiento más fresco del momento que me influyó hasta el punto de apasionarme por temas como el diseño gráfico, la fotografía, lecturas y por último y lo que parece que más caló en mi el fantástico mundo de las teclas (relatos, cuentos, poesías). Y de ahí, de esas barras, de esas pasiones, de esa gente que daba siempre un paso más, nació ENTRE ALDONZAS Y ALONSOS (colectivo literario amante de la escritura, en especial de los relatos cortos y dispuesto a compartir y a aprender día a día de los unos y de los otros). Ahí estamos, ahí seguimos y todo gracias a amistades "casablanqueras" por supuesto.

En fin, queridos lectores, que miles de renglones y renglones saldrían de mi sin apenas abrir los ojos si me pongo a describir lo que el Café Tertulia Bar Musical CASABLANCA representa en mi vida. Anoche estuvimos celebrando su 30 aniversario y yo tenía claro todo este finde que intentaría transmitir brevemente lo mucho que puede significar un lugar así y lo que éste engloba para mi persona. y Julián, mi otro padre dentro y fuera de la barra, al que llamo cuando disfruto y al que llamo cuando caigo.



 ¡Por muchos años más, por mucha paciencia ante los tiburones con vendas en los ojos, por muchos aviones más que despegarán hacía esa falsa libertad que nos venden dejando aquí en la tierra la bella integridad que nos representa, por ser cuna y lanzadera de tantos y tantos alcalainos que queríamos imitar a Laika y viajar, mínimo hasta el espacio exterior; por todo eso y por seguir, por querernos y abrirte de brazos a este pueblo que te acogió con incertidumbre inmediata y con amor y valentía sin caducidad...

 ¡FELIZ ANIVERSARIO, CASABLANCA! ¡GRACIAS POR ENSEÑARNOS A SER PERSONAS, DISFRUTANDO CON OTRAS PERSONAS!

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